8 de marzo - Día internacional de la mujer

Como sucede en los programas radiales de poca difusión o escasa antigüedad, en este blog necesitamos avisar que nada de lo expuesto o escrito tiene la construcción de una investigación. Los materiales recolectados y la circunstancia de compartirlos tienen como meta más la voluntad de proveer citas bibliográficas, material de consulta, fuente de argumentos que de ser un fin en sí mismos.

En lo que respecta a esta nota se propone armar dos posibles rutas de razonamiento que, ojalá, generen la duda sobre lo instituido en relación al “Día Internacional de la Mujer”.

Por una lado hay que contextualizar hechos en un momento donde la segunda revolución industrial necesita de obreros y que no distinguía a hombre de mujeres ni a niños de adultos. Esta actitud igualitaria para la explotación y opresión laboral y su consiguiente repercusión social marca el inicio de las luchas de clase y no de género.

Pero hubo algo que hizo que estas definidas situaciones donde hombres y mujeres pudieran luchar por los beneficios de la clase obrera se aburguesaran y transformaran la lucha principal en subsidiarias que diluyeron el beneficio de la mayoría.

Diferentes acciones de los Estados, fundamentalmente basadas en la instrucción escolar y en la información mediatizada, también acompañada de la fortaleza religiosa para la manipulación de voluntades, fueron organizando la verdadera función de la mujer en la sociedad actual.

Tenemos así en la “Colección moderna de conocimientos” (primera edición 1928, W.M. Jackson), en el tomo dedicado a “El hogar” y en su primer capítulo “El tesoro de la mujer” el siguiente párrafo

Cuando se oye decir que la mujer tiene asignado un puesto inferior al del hombre en la sociedad, no se piensa, seguramente, que es la dueña y directora del hogar. Sólo el no tener un conocimiento perfecto de tan alta misión, puede hacer que se la desdeñe o no se le dé toda su verdadera importancia.

Poco más adelante en la misma página:

Pero además de administrar hay que dirigir el hogar, esto es, cuidar del orden y la moralidad que deben reinar en él, atender a la salud y la educación de todos, establecer lazos de amor y cordialidad que unan y hagan dichosos, y cuidar de las relaciones sociales y de la representación que exige la posición de la familia y el círculo en que se vive.

Esta enciclopedia, dedicada al mundo ya adulto se vendía en gran cantidad de países de Latinoamérica y en Estados Unidos, de donde se proclama en la página 2 que el libro es “Propiedad literaria registrada”. Esta propuesta para mayores era la segunda lectura (la edición de donde se tomaron los textos es de 1952 pero la primera de 1928) ya que en los manuales escolares ya se venía preparando la voluntad y las mentes de las niñas que acudían a la escuela.

Una breve referencia al texto “Una buena reprimenda” de Nuestro Libro (Texto de lectura para segundo grado), Ed. Kapelusz, 1923 Pág. 14, que instruía a través de una niña que jugaba con su muñeca:

Aprenda usted de su madrecita: mire cómo tiene aseada toda su casa, desde la puerta de calle hasta el fondo.

En “La niña buena”, Alfarero (libro de lectura para cuarto grado), Ed. Kapelusz, Séptima edición 1959, pág. 107 y 108, en cada una de las estrofas de la poesía se muestran valores que deben tener las niñas y en la siguiente se ve la abnegación del personaje modelo

Mantengo a tres hermanitos;
mi madre está enferma en cama;
mi padre, que era tan bueno,
hace un año que nos falta..
.

En “La escuela moderna” una “ Serie elemental de instrucción primaria” bajo el título de “GOBIERNO PROPIO”, fascículo publicado en 1913 por Cabaut y cía. Editores, en el apartado III “AUTORIDADES QUE GOBIERNAN LA FAMILIA Y LA ESCUELA” se dice:

En toda sociedad, grande o chica, es necesario que haya jefes o autoridades que manden y súbditos o subordinados que obedezcan.
La sociedad doméstica, o sea la familia, tiene como jefe al padre, y a falta de éste, a la madre, que gobiernan la casa.

¿Si el padre no falta la madre también es un súbdito obediente?

Esto es el lado de la construcción de la sociedad “demostrada”, “enseñada” por los estados y las ideologías y religiones dominantes.

Ahora vamos a compartir otro tipo de mirada sobre estas situaciones en la voz de autores que no entendían estos temas de la misma manera.

Vemos lo expresado por Alejandra Kollontai, en “El matrimonio y el problema de la familia” alrededor de 1907:

Las formas actuales, establecidas por la ley y la costumbre, de la estructura familiar hacen que la mujer esté oprimida no sólo como persona sino también como esposa y como madre. En la mayor parte de los países civilizados, el código civil coloca a la mujer en una situación de mayor o menor dependencia del hombre, y concede al marido, además del derecho de disponer de los bienes de su mujer, el de reinar sobre ella moral y físicamente…

Nos encontramos con una mirada que no solo es diferente a lo expresado con anterioridad y tampoco se muestra como un pensamiento difundido.

Otra mujer, María Lacerda de Moura, en la revista “Estudios” Nº 106 de junio de 1932, expresa:

La libertad, la Acracia que anhelan, es sólo para hombres. La mujer para ellos está al servicio de la procreación irreflexiva e inconsciente. Es tan sólo la matriz fecunda e inagotable destinada a producir los soldados burgueses, o bien los soldados rojos de la revolución social...

En el ensayo “Matrimonio y amor” Emma Goldman en 1930, asume:

El matrimonio, por lo pronto, es un arreglo económico, un pacto de seguridad que difiere del seguro de vida de las compañías comerciales, por ser más esclavizador, más tiránico.

Ante la lectura de estos párrafos y los textos completos que se adjuntan en el blog, pueden sacarse conclusiones de diversa índole teniendo en cuenta el tiempo que se perdió para las verdaderas conquistas obreras y para las luchas de género que ya estaban en marcha.

Jorge Narducci

 

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